Julio, el feo

Falcioni. El DT de Banfield. Un tipo que puede distinguirse por varios aspectos:

1) Tiene nombre de emperador romano, sí, Julio César. Lejos estamos de ese momento histórico, que tanto hemos leído en libros del secundario, pero el hombre que sacó campeón a Banfield por primera y única vez en su historia, lo lleva y muy bien.

2) Actualmente, es el único entrenador de los 30 elencos del fútbol argentino que fue arquero en su época como jugador.

3) Tuvo la capacidad de destacarse en México y en Argentina, y además tiene latentes (dicho por él) muchísimas ofertas de países de oriente para ir a dirigir allí, pero no las acepta porque lo económico ya no es importante en su vida. Prefiere ver crecer a sus nietos.

4) No tiene las facciones de Gago ni de Redondo ni de Maxi López, mucho menos las de Beckham. Es más, sin andar con vueltas, Julio César, nuestro emperador contemporáneo, es feo. Sí, feo y con un rostro que no invita al amiguismo, está así, como todo el tiempo enojado.

Después de dar tres pasos para llegar al cuarto con algún justificante y poder decir que era feo, procedo con lo que nos incumbe: la helada pero igualmente llena de mosquitos tarde en Victoria, en la que se enfrentaron Tigre vs Banfield por la fecha 22 del torneo local.

En los primeros 40 minutos, oí miles de quejas sobre los bichos presentes, que molestaron a todos los que fuimos a ver el partido, a quienes fueron a trabajar y capaz, hasta se le animaron a Falcioni, si Julio no los asustó.

Pero de fútbol, sólo una de Sperdutti por derecha, que finalizó en centro atrás e hizo lucir a García para que, por entonces, Tigre continúe con vida.

Alguna arremetida de Cachete Morales, intentando asociarse con Luna por parte de los de Sava, que lejos está de darle una identidad al equipo. Mieres, sólo de punta, intentando luchar sin éxito todos los pelotazos que salían del fondo del local, y un medio campo ordenado pero sin fútbol. Con sin fútbol me refiero a sin ideas, sin sincronía, como si faltara alguien. Alexis Castro, quizás.

Por su parte, el equipo del cual es hincha el 70% del sur, según Pipo Gorosito, proponía lo de siempre. Presión en toda la cancha, repliegue defensivo constante y esperar el error del rival.

Sin embargo, pasados los 42 minutos, llegó el gol de Bertolo, no por un error  de Tigre, sino por una buena acción ofensiva del visitante. Que desembocó en un rebote que el ídolo mandó a guardar y que dio, al final, la victoria a su equipo.

Segundo tiempo. Todo va a mejorar, Tigre lo va a salir a buscar y Banfield va a aprovechar los espacios, pensamos los neutrales. Nos equivocamos. El partido siguió con la dinámica de los primeros 45 minutos y los del emperador estuvieron más cerca del segundo que el local del empate.

Para la anécdota queda el penal de Brian Sarmiento. El hombre activo la picó, la pelota pegó en el travesaño y luego, quitándole el gol a un compañero quiso acomodar su error él, olvidándose que quien patea el penal no puede intervenir si la pelota pega en alguno de los postes.

Con Fernández out del match porque Falcioni así lo dispuso tras su error y un Banfield completamente agarrado al 1-0 se le hizo imposible a Tigre conseguir el empate porque buscó, si, pero sin ideas claras y no encontró ningún resultado.

Volvió a ganar el Taladro. Tiene 39 puntos y está, a seis de Boca, en zona de copas, peleando por entrar a la Libertadores.

Los sacó campeón y cada vez que está en el club, el equipo rinde, es feo, feo de verdad pero en buena parte del sur lo aman.

En Banfield, lo importante es lo de adentro, ¿no Julio César?

@TPardo08

Tomás Pardo Ortiz.

Comentarios

  1. Me hiciste reir, y despues de haber visto ese partido sin futbol, poder reir es lo mejor que me paso esta noche. Y eso que soy del 70 % del sur.

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