Doscientos veinte son los kilómetros que unen la Capital Federal Argentina con la humilde ciudad de Bragado, al noroeste de la provincia
de Buenos Aires.
Por lo general, un viaje en auto de dos horas cuarenta o
tres, dependiendo tráfico y velocidad. Monótono y aburrido para aquellos que lo
hacen seguido.
Lo cierto es que el sábado 29 de abril a eso de
19:30 me encontraba saliendo para el pueblo con dos hinchas de Racing ¡Sí! No miento, dos en un mismo auto. AM 910 de fondo esperando que llegue la
hora.
Entre mate y mate los primeros 30 minutos, o mejor dicho 32 fueron de charlas. Pero, a las 20 hs comenzó el partido donde
Temperley recibía a La Academia, y a los dos minutos se ponía en ventaja
de la mano de Guevgeozian. Para empezar con lo que terminaría siendo un
contundente 3-0, alejando a Racing de la pelea y haciendo de los 88 minutos
restantes el viaje más silencioso de mi vida.
Imagino la antítesis de mi viaje:
Entonces, me pregunto: ¿La
radio estaría un poco más alta? ¿El silencio sería festejos cargados de
esperanza?¿ Las puteadas de 2-0 serían una lluvia de halagos para Tiki-Tiki Di
Lorenzo?
Y con la llegada del tercero, ¿el apagón impulsivo de la radio sería
un grito eufórico de GOL unido, quizá sonando a un "nos salvamos"?
Ahora, pienso:
¿Algún afortunado habrá viajado con dos hinchas de Temperley, un
sábado gris, y habrá vivido los mejores 88 minutos que un viajero pueda tener?
Si existe tal persona, con tal suerte, quiero expresarle
sanamente mi envidia.
@MarianitoIcardi
Pitito

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