Goliat, banca cinco que David ya llega

En gustos personales, obviamente, cada uno es un mundo. Pero, por lo general, a muchas personas las mueve la idea de la hazaña, de  un pequeño que tumba un gigante, de pocos que triunfan sobre un batallón o de aquel que pelea con un escarbadientes y mata a todo un ejército armado. 


A muchos, y me incluyo, nos gustan los Davids que enfrentan a Goliats. 

Y la tarde noche en Nuñez se prestaba para otra victoria del menos poderoso, Temperley que venía ya de dos consecutivas contra otros dos gigantes como San Lorenzo y Racing.

Este David  juega bien, garra y corazón, intento de pelota al piso, salidas con los laterales y, en los últimos 180 minutos, le añadió gol. Con esa fórmula había logrado salir de los puestos de descenso, y se lo podía ver completamente sonriente, hasta con chances de entrar en la Copa Sudamericana.

Claro, si hay un David, hay un Goliat. Justamente se llama River Plate: alma de campeón, con un técnico ultra ganador y un batallón a la altura que, liderado por Ponzio y Martínez, le hace frente a cualquiera y pelea tanto nivel local como continental.

Seríamos espectadores de otro entretenido encuentro entre David y Goliat.

Hasta parecía que, como en todos los anteriores, Goliat iba a ganar fácil desde el arranque por el gol de Alario que le daba el 1-0 al local. Pero después, Temperley se puso a tiro y con un golazo de Chimino. Todo era épico, y claro estaba, se venía la remontada y otra nueva victoria de David en terreno de gigantes.

El panorama, en el segundo tiempo, permitía ilusionarse. Los neutrales, amantes de estas historias, estábamos expectantes para ver de que forma el débil se llevaría los tres puntos y dejaría a su rival en la lona. 

Pero este David no salió al segundo tiempo. O sí, pero nunca nos dimos cuenta. Estuvo tímido, como sabiendo que era David y sin creerse que podía vencer a Goliat. 

El gigante se despertó después del penal que Alario metió en el minuto 63, y golpeó fuerte de nuevo en el 70. 

Casi en nocaut Temperley tuvo una para el descuento pero no se le dio. La moral de David estaba por el piso y para colmo entró Mayada y puso el 4-1. 

Todas las esperanzas habían quedado guardadas en los vestuarios tras la salida al complemento porque David huyó y Goliat goleó y la hazaña estaba vez no se concretó.

Goliat, banca cinco que David ya llega.

@Tpardo08

Tomás Pardo Ortiz.

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