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Por algo se empieza, Andrés.
Me levanté un día común y corriente y supe (solo por un momento) que tal vez no sería bueno seguir la misma rutina que acostumbraba y por eso decidí desayunar saludablemente. Una vez, hace tiempo remoto, un médico de cabecera me había dicho que para mejorar mi salud y algunos daños físicos que tenía a causas de la vida, lo mejor sería eso... desayunar. Fue entonces que no me levanté cinco minutos antes para ir al trabajo y mientras me terminaba de atar la corbata comenzaba a lavar mis dientes, sino que me tomé el tiempo para hacerme un jugo de naranja exprimida, seguido con unas tostadas de pan integral y alguna fruta que mi memoria ya gastada no puede recordar.
Me sentí activo la primer hora en la cual suelo al mejor estilo futbolero “hacer tiempo” y supe ser inteligente para ajustar las piezas que hace tiempo eran incontrolables. Al salir de la oficina, opté por ver el cielo y por llenarme los pulmones de aire y no de nicotina.
Los dolores de espalda y de cabeza que me afectaban constantemente de a poco empezaron a disiparse, el estado físico había mejorado el triple (para que tengan dimensión pasé de tres minutos a casi diez trotando y sin cansarme) y mi estado emocional no me permitía ser tan agresivo como anteriormente.
Un día siguiendo mi pasión por el fútbol y por la narración periodística, noté que había muchas cosas naturalizadas en este hermoso deporte que tal vez solo traían problemas, pero al fin y al cabo eran decisiones. Al igual que no desayunar o preferir un cigarro a un vaso de agua, también la gente elegía generar violencia desde su lugar, gritando cánticos ofensivos y generando más oscuridad en un terreno ya oscuro (hace tiempo).
Un día común y corriente, precisamente el 30 de Abril del 2017, un joven provinciano volvía a su lugar en el mundo: a Mendoza. Ahí nublado entre tanto color, entre tanta pasión desenfrenada Andrés Merlos decidió no seguir siempre la misma rutina de hacer oidos sordos y seguir, sino que decidió cambiar. Tal vez en el minuto 32 del segundo tiempo, en el momento que estuvo detenido el partido frente al equipo del Libertador por cantos racistas e injustificados no puedan hacer que el fútbol argentino cambie desde sus cimientos y sea menos violento, pero al igual que mis mañanas con desayuno... por algo se empieza.
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