En el Parque Independencia de Rosario se volvía a vivir una sensación más que emotiva después de casi un año. Leprosos y Canallas volvían a verse las caras en la muchas veces letal "Fecha de los Clásicos" y ambos llegaban con chances de enderezar el barco, teniendo en cuenta que habían perdido sus respectivos partidos de la jornada pasada.
El Coloso Marcelo Bielsa se vistió de fiesta para recibir y alentar a su equipo, que buscaba meterle presión a un Boca que la iba a tener complicada con River en su casa y que, tal vez, podía perder puntos. Lo cierto es que eso solo la gente lo palpó, porque los once que ingresaron a la cancha para jugar el Clásico de Rosario no fueron notificados de esto. Además, tampoco mostraron interés en siquiera diezmar las jugarretas propuestas por los comandados por Paolo Montero y el "Chengue" Morales. Newell's salió inconexo, lento, cancino y desconectado de la realidad que lo veía segundo a cuatro puntos del líder.
Central, que se presumía, en la previa, visitante, fue amo y señor de la cancha, jugó a gusto y placer y pudo dominar de comienzo a fin un encuentro que fue sumamente ríspido y trabado, pero que tuvo un ganador sin complejos. El de los complejos, vale reiterar, fue su rival, el "local". Newell's ni siquiera reaccionó ante la posibilidad de estar jugando en casa. El gol de Federico Carrizo a los nueve minutos de juego apaciguó todos los esfuerzos que daba la sensación que Newell's estaba dispuesto a ofrecer. Luego de ahí nada le salió al Leproso y todo le resultó productivo al Canalla.
Incluso, cuando el partido ya parecía resuelto, Mauro Formica, que fue el único que trató de seguir jugando al fútbol antes que lamentarse por la situación desperdiciada ante el clásico rival, pudo descontar tras un horror defensivo del visitante y puso el partido 1-2 cuando faltaban dos minutos más el tiempo agregado. Sin embargo, esto no significó un problema para Central que, casi sin esfuerzo y con un pelotazo absolutamente aislado, pudo llegar a la desguarnecida área local y volver a ampliar la diferencia con un derechazo a quemarropa de Germán Herrera.
Newell's volvió a caer en casa ante Central, a quien no vence en ese recinto desde el Apertura 2008. Por suerte para toda la comitiva leprosa, Boca volvió a ceder puntos y permite que todos se le acerquen un poquito. Lo malo para los de Rosario es que quedaron cuartos en la tabla.
El Negro lo festeja desde el cielo.
Franco López Larrañaga
@FrancoLopez8
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