Tiburon Alegre

Por Agustín Cassano

@CassanoAgus

Alegre se levantó una mañana soñando con jugar en la primera de Quilmes, club en el que desde las inferiores acechaba y asomaba la aleta buscando y buscando, sin cansarse hasta cumplir su sueño de llegar a la máxima categoría del fútbol argentino.

Alan Alegre en Quilmes

Olía las ganas y quería ganarse la posibilidad de llegar, tal como los peces más grandes y temibles huelen la sangre humana para ir a comerse a quien la desprende, en un club en el cual no se le daba la chance a los pibes de sus divisiones inferiores tal como ocurría en otros equipos que tienen su semillero.

foto: Gabriel Rossi de gettyimages.

La peleó la peleó y un día llegó y cumplió su objetivo, al igual que los tiburones cuando cazan a su presa. Jugó más de 50 partidos en primera, estaba para dar el salto y transformarse en un referente para Quilmes. Pero hubo un tiburón más grande que no arrasó solo con él, sino con muchos otros compañeros. Ese tiburón se comió y echó a Alan Alegre como así también a los Pérez Godoy, los Hipperdinger, los Matías Morales, Demelchori y Bontempo. Todos comidos por el mismo tiburón que fue un tal Luis manager del Cervecero.

Alan estaba haciendo sus primeras armas en primera división (además de tener 50 partidos, como ya remarcamos anteriormente) y tenía las chances de arrancar el próximo campeonato como titular indiscutido y capitán. Luis el manager no lo dejó porque lo echó a patadas y dejó libre como a sus compañeros.

Llegó a Aldosivi y la peleó como lo hizo en Quilmes. En diciembre de 2016, Alan Alegre le marcó a Sarmiento de Junín su primer gol en el equipo marplatense. El sábado anotó su segundo tanto en el equipo que ahora dirige Walter Perazzo. Un gol que vale más que tres puntos porque lo alejó un poco más de caer en zona de descenso al tiburón de Mar del Plata.

Alegre marcó el único gol en la tarde del domingo en el Nuevo Gasómetro. Olió la sangre cuerva y se comió a su presa. Por eso, Alan es el tiburón Alegre.

El triunfo de Aldosivi no cumplió los deseos de Quilmes, y este club que lo dejó libre se hundió aún más en la zona de descenso. Las vueltas de la vida...