Se acordaron tarde


En el partido que los tuvo como partícipes en esta primera jornada de la popularmente famosa Superliga Argentina de Fútbol, Rosario Central y Colón de Santa Fé igualaron 1-1 en el mítico Cementerio de los Elefantes (que para algún desprevenido en realidad se llama Estadio Brigadier General Estanislao López).

Lo destacado del juego no fue el resultado en sí, ni tampoco los dos jugadores con gorra de nadador que tuvo Central en el inicio del juego por dos cortes en el cuero cabelludo sufridos tanto por Mauricio Martínez (que insólitamente Montero hace jugar de segundo marcador central) como por Santiago Romero. Tampoco fue el despampanante larguirucho que Colón tiene ahora como arquero, un physiche-du-role al que no estamos acostumbrados luego de ver a "Fatura" Brown tantos años con ese buzo.

Lo verdaderamente llamativo de este encuentro, además de todo lo mencionado anteriormente, fue lo que tardaron en darse cuenta canallas y sabaleros que al fútbol se gana con goles. Como los dos se dieron cuenta tarde de esto, ninguno se pudo llevar la victoria. La nueva joyita que tiene el equipo rosarino, Fernando Zampedri, quiso sellar su primer gol con el equipo del gran Roberto Fontanarrosa, pero metió la cabeza a un disparo de Federico Carrizo estando fuera de juego y Ernesto Uziga, el segundo asistente, se lo impidió al levantar justamente su banderín solferino. A pesar de esto, sobre el minuto 38 de ese segundo tiempo y después de tanto hacerse desear en un día plagado de goles en otros encuentros, el mismo Zampedri se la bajó en el área al entusiasta Washington Camacho, quien estampó el 1-0 para el visitante. Pero sin casi abrumarse y como dándose cuenta de que podía haberlo ido a buscar antes, Colón se puso el chandal del local y, con el apoyo de toda su gente, empujó y empujó hasta que de arremetida se lo terminó empatando con un gol del joven Tomás Sandoval, que recién había ingresado.

En un día donde hubo un 4-4 y un 5-2, el 1-1 de Colón y Central pasó tan desapercibido como la nueva novia de Andrea Rincón.

Franco López Larrañaga
@FrancoLópez8

Comentarios