400 tardes grises


Tarde de sinsabores se vivió en la esquina de las calles 25 y 32 en la ciudad siempre particular de La Plata. Esto es porque, en un día que pintaba para festejo y alegría, terminó resultando todo lo contrario.

Estudiantes, que había debutado con una sonrisa en esta Superliga Argentina de Fútbol, hace dos semanas cuando venció sobre el final por 2-1 a Arsenal en casa, ahora quería seguir agrandando la racha, y no estaba para nada oscuro el panorama, ya que enfrentaba, también en "su estadio", a un equipo que venía de recibir cuatro goles de su clásico rival, Gimnasia y Esgrima de La Plata, un conjunto al que, a priori, nadie apuesta a que va a anotar tal cantidad de goles en un solo encuentro.

Para decorar el fervor de recibir al elenco de Varela en el Estadio Único, Estudiantes decidió celebrar los 400 partidos del experimentado defensor central Leandro Desábato, que, además, ostenta el record de mayor cantidad de partidos internacionales disputados con la camiseta del León en toda su historia. Todo un símbolo.

Y como si fuera poco, el equipo que ahora comanda tácticamente el uruguayo Gustavo Matosas (no es La Gorda), saltó al campo de juego con un uniforme poco convencional. La clásica jersey a bastones rojo y blanco, pero con la particularidad de los pantalones y las medias: todo de color gris. Muchos se preguntaron si el nuevo asesor de vestuario del Pincha los hizo disfrazar así para combinar con el encapotado cielo platense, pero no. El local salió con esta vestimenta para homenajear al Estudiantes campeón del Metropolitano 1982, capitaneado por el técnico campeón del mundo, Carlos Salvador Bilardo. Aquel equipo fue bicampeón más adelante al conseguir el campeonato venidero (Nacional 1983) y tenía entre sus filas, entre otros, a Miguel Ángel Russo, Hugo Gottardi, Jose Luis Brown y Alejandro Sabella. El tema es que ni la gloria de aquel Estudiantes apareció hoy a raíz de los pantalones y medias en alusión ni la tarde se prestó a un festival de alegrías pincharrata. La anomalía de goles, que duró más de 80 minutos, llegó a su fin a ocho del final cuando el ex Belgrano, Fernando Marquez, remató desviado, pero tuvo la fortuna de que la pelota rebotó en Sebastián Dubarbier (ex Gimnasia, atentos al dato) y descolocó a Andujar que había seguido la trayectoria inicial del remate.

Defensa y Justicia ganó 1-0 y nada rojo y blanco pudo festejar en la ya noche de las diagonales.

Franco López Larrañaga
@FrancoLopez8

Comentarios