Colón llenó de Raid Sarandí.

Patadas, impresiciones, insultos, gritos, empujones. De fútbol, nada.

Así podemos darle inicio a esta historia de Arsenal, ultra necesitado de puntos, recibiendo en el Viaducto a Colón, que desde que lo dirige Dominguez aún no encuentro una identidad, sí tener la pelota puede ser tener una excelente idea, pero si te sale a medias la identidad no está.

Hasta los 22 del primer tiempo, lo más interesante del partido fue un primer plano a una fanática con buena delantera (quienes pudieron verlo se regocijaran cuando se les venga a la memoria).
Mientras que en la cancha poco y nada.

Fritzler intentó ponerle un poco de picante con un remate de media distancia que pegó en el palo pero luego de él, el match volvió a su meseta habitual. Pasó poco, es más, sólo el gol, Tomás Chancalay, una apuesta de Dominguez le dio la victoria a la visita tras de una buena jugada colectiva, de otro partido.

Sonrisa para Dominguez antes de que termine el primer tiempo y sin fin de puteadas, caritas y recriminaciones al aire para Humbertito, si, como nos tiene acostumbrados.

En un partido con poco para contar, lo más destacable fue el ingreso de Mosquito, brasileño que vino a ser la carta goleadora del Arse para este segundo semestre.

No picó a nadie ni siquiera tuvo mucho contacto con el balón, todas mis expectativas para este gran apellido se desvanecieron y el partido continuó en nivel potrero o cumpleañitos de siete años.

Se lo llevó Colón, que sumó luego de haber quedado afuera de la Copa Argentina, y le pegó un cachetazo a Arsenal que va a necesitar de bastante más insectos para levantar su juego y empezar a sumar porque con Mosquito,con Mosquito no basta.

Por Tomás Pardo Ortiz.
@TPardo08

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