No empezó bien la noche de la Pulga en el partido de la semana: estuvo bien
marcado, no pudo dominar una pelota fácil y dio mal un pase atrás que pudo
complicar a Argentina. Con el pasar de los minutos en el reloj y la falta de
fútbol en la Selección, la Pulga tomó una determinación: hacerse dueño y amo del
balón y buscarla por todos los lugares posibles, sin importar la distancia que
separe a esta con el arco uruguayo.
El futbol, el amor y la vida en general
se tratan de esas decisiones y Messi -como casi siempre- no se equivocó.
¿Desperdició su mejor versión por tirarse tan atrás? Posiblemente ¿Estuvo lejos
de convertir? No tanto ¿Lo volvería a hacer? Seguro. Porque si algo ha aprendido
en tantos años jugando en Argentina es que el equipo será lo que el sea y si
falta un mediocampista creativo (Banega o Pastore) el puede tirarse atrás, si
falta un cinco que empiece el juego también lo veremos cerca del círculo central
y cuando falte gente en defensa, será el primero en volver.
Se inventó desde ese lugar de defensor una jugada en la qué pasó a tres rivales -que nunca dejaron de perseguirlo- pero al finalizar vio que el arco rival todavía estaba a más de 30 metros. Tuvo repetidos toques para con sus compañeros para darles confianza en ir adelante y en un suspiro inadvertido pasó del centro al área luego de una pared con Dybala con un posterior remate que dominó Muslera. Los tiro libres ya son cosa seria, cada vez que tiene uno cerca (o no tanto) del arco yo (y mucho) pensamos que será gol (aunque su promedio no es ni cerca el mejor) pero... es Messi.
A la Selección de Sampaoli le faltaron muchas ideas colectivas, juego y sobre todo fuerza para romper a un siempre replegado Uruguay. No soy pesimista por un solo motivo, está Messi y si algo aprendió es que siempre que Argentina lo necesite el estará... como siempre.
Por Facundo Iturbide.
@FacuIturbide

Se inventó desde ese lugar de defensor una jugada en la qué pasó a tres rivales -que nunca dejaron de perseguirlo- pero al finalizar vio que el arco rival todavía estaba a más de 30 metros. Tuvo repetidos toques para con sus compañeros para darles confianza en ir adelante y en un suspiro inadvertido pasó del centro al área luego de una pared con Dybala con un posterior remate que dominó Muslera. Los tiro libres ya son cosa seria, cada vez que tiene uno cerca (o no tanto) del arco yo (y mucho) pensamos que será gol (aunque su promedio no es ni cerca el mejor) pero... es Messi.
A la Selección de Sampaoli le faltaron muchas ideas colectivas, juego y sobre todo fuerza para romper a un siempre replegado Uruguay. No soy pesimista por un solo motivo, está Messi y si algo aprendió es que siempre que Argentina lo necesite el estará... como siempre.
Por Facundo Iturbide.
@FacuIturbide
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