Cuando nos percatamos que no todo es show

La reciente emisión del fallo en el caso Zárate sacudió a gran parte del país y mostró los funestos acontecimientos que son acallados por el mundo fútbol.  

El tema que debería haber constituido mayor relevancia en la agenda de los medios de comunicación consta, finalmente, de una acusación de abuso sexual para el defensor Alexis Zárate
que fue ratificada con una condena con seis años y medio de prisión por el juez Nicolás Plo. Las miradas también recaen sobre los futbolistas Martín Benítez y Nicolás Pérez, que estuvieron presentes en 2014 cuando se desarrolló la violación, y encubrieron a Zárate en sus declaraciones.

La coyuntura del país obliga a los clubes a reaccionar rápido y tomar medidas firmes, básicamente tomar la elección si protestar por la desaparición de Santiago Maldonado o no hacerlo, reclamar por la ley del 2x1 a represores o quedarse callados. Elegir de qué lado posicionarse ante situaciones trascendentes del país es un deber para las entidades sociales que comunican sus mensajes a tantas personas.

¿Qué debería haber hecho Temperley? En primera instancia no contratar a Zárate, vale recordar que el caso data de hace tres años. Con la contratación ya hecha, se debería haber tomado una decisión más rápida sobre cómo abordar socialmente  la situación desde el club.

Debimos esperar al día posterior al fallo para que el tema resuene en los medios de comunicación. Ahora el tema se ha tornado de resonancia y ojalé se aprenda y se aborde más presurosamente el caso Fabbro, por ejemplo.

Ni el más optimista se imagina que, lamentablemente, cuando pase este caso las decisiones de la mayoría del mundo fútbol cambien. Seguramente el show business seguirá primando sobre la empatía ante las víctimas de situaciones de tal gravedad como lo del jugador de Temperley.


@Nacho_Ote

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