El Argentinos de...

Una maquinita. Pim pum gol. ¿Partido chivo? Se ganaba. ¿Partido trabado? Se jugaba bien. Pero ese Argentinos que ascendió no era simplemente Argentinos. Era el Argentinos de Heinze. Y es importante recalcar esto. Porque era un equipo que en su forma y hasta en su denominación llevaba la firma del Gringo. Fútbol ofensivo, paciente, necesitado en Argentina. Pero después de la gran campaña, Heinze se fue. Y Argentinos quedó huérfano. Ya no es el Argentinos de Heinze. Por ahora sólo es Argentinos, el equipo recién ascendido al que le cuesta hacer pie en primera. Si bien van solo dos partidos, la ductilidad que mostraba este conjunto bajo la dirección del ex defensor del Real Madrid brilla por su ausencia.
Fiel reflejo de esto fue el partido ante Belgrano. El Bicho, local, se dejó ganar fácilmente, incluso poniéndose en ventaja con un gol bastante tempranero. Pero este nuevo Argentinos, el Argentinos de Berti (vieron que no suena igual) es inocente. Y quedó atrapado bajo el intento permanente, pero sin resolver. Y Belgrano hizo daño fácil y eficazmente: centros, contras y listo. 2-1 y a otra cosa.
Cambiar de categoría no es fácil. Por excelente que haya sido su ascenso, Argentinos necesitará un tiempo para acomodarse en la máxima categoría del fútbol argentino. Y sin el hombre que les daba la identidad y hasta el nombre, la ecuación cambió totalmente. ¿Partido chivo? Se pierde. ¿Partido trabado? Se pierde.


@_maleg_