Emperadores

Hablemos de Cvitanich. El delantero de Banfield es el emperador que el equipo del sur tiene en la cancha. El otro, por supuesto, es Julio César. Pero, al fin y al cabo, el que termina definiendo los partidos es Darío, el verdadero líder de este plantel. Un caso parecido al de Lisandro López en Racing. Ambos goleadores con largas trayectorias que volvieron a los clubes de sus amores. Y cargan la responsabilidad del nombre y sus propias sombras de la mejor manera.
Hablemos de Cvitanich. De cómo se encargó de ser el principal argumento de Banfield este domingo para golear en Arroyito a Rosario Central. De cómo le dio otra jerarquía al ataque del Taladro desde que decidió volver. Contra los rosarinos se despachó con dos goles, una asistencia y comenzando la jugada del cuarto tanto. Pero el ex Ajax, Boca y Niza entre otros viene en un alto nivel hace varios encuentros y es, sin dudas, uno de los mejores delanteros del fútbol argentino.

Hablemos de Falcioni. El equipo lleva la firma del técnico y está diseñado para cumplir el libreto a la perfección. Es responsabilidad del entrenador que al conjunto del sur hayan vuelto Cvitanich, Bertolo y Datolo. Y si sumamos a Mouche tenemos el núcleo de este Banfield. Este armado con nombres de calidad y vitales en cada puesto es mérito de Julio César.
Hablemos de Falcioni. Porque desde su regreso, Banfield tiene una identidad. Y eso es mucho decir. No es fácil ganar en Rosario. No es fácil golear en Rosario. Pero el orden y la seguridad de este plantel va más allá de cualquier cancha. Banfield es un equipo que sabe lo que quiere y cómo lo quiere. Pero, mejor aún, sabe cómo conseguirlo. Julio César es todo un emperador, y aún más. Es decir, después de todo, ¿cuántos campeonatos ganó el romano?

@_maleg_