La memoria no es solo una cualidad de la
mente, sino que es ese lugar en donde los humanos decidimos refugiarnos, cuando
nuestra vida diaria nos agobia, ya que ahí están inmortalizados esos momentos que
fuimos felices. Es así que un oficinista
decide olvidarse por un rato del papeleo para recordar esa noche tomando unas
cervezas con sus amigos en alguna costa de Misiones mientras la inmensa luna se
refleja en el agua. Aunque sean solo
unos segundos y luego haya que volver al presente, ese instante con amigos
logra que firmar papeles sea un poco más divertido
Afortunadamente la memoria no solamente está
formada por momentos felices. De lo contrario correríamos el riesgo de cometer
un mismo error reiteradamente. Esas duras
palabras que les dijimos a nuestros viejos la recordamos para no olvidarnos de
lo importante que es pensar antes de hablar.
Más allá de las experiencias individuales, la
memoria es fundamental para que exista
una sociedad. De eso precisamente se tratan las fechas patrias. Cada 25
de mayo conmemoramos, pastelitos mediantes, un aniversario de la revolución de
mayo o los 9 de julio festejamos un nuevo año de independencia. Pero así como
individualmente no todos nuestros recuerdos son felices, colectivamente pasa lo
mismo. Cada 24 de marzo recordamos el aniversario del inicio del último golpe
militar y, entre otras cosas, lo hacemos para valorar nuestra democracia y
comprender algunas prácticas que, como en los últimos días se encargaron de
recordar muchos comunicadores, serían imposibles en el pasado.
En fin ¿Qué tiene que ver todo esto con el
Defensa y Justicia 1 –Unión 3 jugado el último sábado? Casi nada, salvo que me
llamó la atención que en la tribuna del Halcón se empezara a entonar el himno
nacional y luego, investigando, me enteré que lo hacían todos los partidos
promediando el primer tiempo en conmemoración por los héroes de Malvinas. Los
hinchas de Defensa tiran por el suelo esa lógica de fortalecer la memoria solamente
una vez al año. No es necesario esperar al dos de abril para honrar a aquellos
que dieron o arriesgaron su vida por nuestro país. No hace falta que sea
feriado para condenar a todos esos miserables que dejaron sin un hijo a una
madre y a los que sobrevivieron les dieron la espalda por muchos años. Tal vez
deberíamos ser todos un poco más como los hinchas de Defensa porque si bien no
tenemos la culpa por lo que pasó, si somos responsables de que no vuelva a
ocurrir. Y hablando de memoria, hace 51
días me hago una pregunta y la voy a repetir para no olvidarmela:
¿Dónde está Santiago Maldonado?
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