Un gatito

Si algo distinguió a Caruso Lombardi a lo largo de los años y distintas campañas fue la habilidad para crear equipos duros con poco. Esos equipos que ganaban por la mínima, sabiendo a qué jugaban. Esos equipos aguerridos que podían verse superados en el juego, en el dominio de la pelota, pero nunca confundidos o sin rumbo. Sin embargo, este Tigre parece un gatito. Un cachorrito, de esos que cuando lanzan zarpazos causan ternura en vez de miedo.
La noche del viernes vio a un Caruso Lombardi derrotado por su mismo sistema. Patronato, ordenado y práctico, supo aprovechar los errores individuales y las desinteligencias tácticas de un Tigre que tuvo la pelota pero no supo jamás cómo concretar. En definitiva, Patronato jugó como un equipo de Caruso.

Al conjunto de Victoria le está faltando algo. Le faltan varias cosas, en realidad. Pero le falta esa cosita. Esa cosita anímica, si se quiere, que el DT sabía transmitirle a sus jugadores. ¿Perdió Caruso el toque mágico? No. Es cuestión de esperar. Indudablemente, la mística (palabra horrible para aplicar al fútbol, disculpen ustedes) del técnico reconocido justamente por hacer reaccionar equipos en tiempo récord no se está viendo aún. El material está. Nadie puede decir que Matías Pérez García no es un gran jugador. Pero viene de jugar la MLS y está recién volviendo al ritmo de un fútbol totalmente distinto al de los yanquis. Denis Stracqualursi es un 9 perfecto para el funcionamiento que pretende el entrenador. Será un tema de esperar un tiempo. Vale recordar que Tigre incorporó a 26 jugadores. Veintiséis. No es fácil conseguir un buen funcionamiento con un plantel completamente nuevo.
Pero el fútbol argentino es rápido e implacable. Las fechas dirán si este gatito tiene potencial de Tigre, o se queda sólo en el maullido.

@_maleg_